Seis días de un jalón ¡Perdón!

La medicina alternativa… se las sigo debiendo

Aunque sí escribí todos los días, no subí mis memorias… Aquí les entrego 6 días de un jalón.

Martes 17 de septiembre, 2013

Cualquier hora

No he planteado el tema de la medicina alternativa porque quiero hacerlo con el mayor detalle posible, con todo respeto, sin juzgarla, ni criticarla, anteponiendo nuestro sincero agradecimiento a todos nuestros amigos que cariñosamente nos han hecho el favor de acercarnos a ella. Lo que pretendería es aportarles mi experiencia, ofrecerles documentación interesante, y permitir que cada quien sea el libre propietario de su opinión y su criterio.

Lo único que puedo adelantarles es que la mayoría de las propuestas de medicina alternativa que hemos descubierto en las últimas semanas ofrecen soluciones sin sufrimiento, de efectos curativos expeditos e inclusive milagrosos. Ya platicaremos de ella.

Hoy amanecimos con malas noticias, México sufrió terribles tormentas, ustedes todos conocen la historia, la han visto en los noticieros o la han sufrido en carne propia. Y yo me quejaba en una entrada de este blog de un chorrito de agua que entró por el plafón del cuarto de Coco (pero sí se inundó ¿eh?).

Estamos preocupados por Chano (Donaciano Luna Ríos) un compañero de Coyuca de Benitez, Guerrero que no vemos desde que estábamos en preparatoria; hace algunos meses lo encontramos en Facebook y tenemos ganas verlo nuevamente algún día. Así será.

En Guerrero IHG (empresa para la cual soy colaborador) franquicia 5 hoteles, 3 en Acapulco y 2 en Ixtapa, sumando más de 800 habitaciones. Tenemos compañeros afectados en las dos ciudades por lo que activamos el programa “Shelter in a Storm”, después les platico los resultados de nuestros esfuerzos, sólo les adelanto que hemos logrado una donación de hasta 50 mil dólares para colaboradores afectados y 20 mil para la Cruz Roja, independientemente de los resultados que logremos a través de otros esfuerzos.

Miércoles 18 de septiembre, 2013

Ustedes pongan la hora

Mañana mi hijo Felipe de Jesús cumple 28 años, nació el 19 de septiembre de 1985 a la media noche, el mero día del terremoto que destruyó el centro de la ciudad de México, el día de San Goloteo.

Patricia y Pau, la novia de Felipe quieren hacerle una reunión para celebrar su cumpleaños; pero Patricia debe regresar al hospital; mañana le quitan los puntos del catéter y si ya está bien cicatrizado y si los análisis de laboratorio salen bien, ingresará al hospital el viernes 20 para las siguientes sesiones de quimio. Trato de persuadir a Patricia de que no es buena idea hacer la reunión, la razón de mi “aguadez” es que yo tengo que ir a la oficina todo el día y ella no está en condiciones de andar organizando fiestas, tampoco queremos cargarle la mano a Pau.

Jueves 19 de septiembre, 2013

23:50

Hoy le quitaron el catéter a Patricia y le hicieron los análisis clínicos necesarios, salió bien. Regresará el sábado al hospital, recibirá quimioterapia por cuatro días continuos. El tiempo que estará en el hospital es impredecible.

Finalmente Felipe y Pau nos invitaron a cenar hoy, acabamos de llegar del Suehiro, excelente comida japonesa, a Patricia le encanta, en esta ocasión comimos sushi y tepanyaky. Patricia lució contenta con el ánimo por los cielos, pero físicamente agotada.

Viernes 20 de septiembre, 2013

19:00

Llovió en Guadalajara a cántaros toda la tarde, pasé al consultorio del doctor a recoger los documentos para internar a Patricia mañana sábado, se programan las quimios para primera hora.

Acaba de llamar el Dr. Rodríguez Carrillo por teléfono a mi celular.

Está en un Congreso en la ciudad de México, en donde –me platica- expuso el caso de Patricia a un grupo de colegas de México y otras partes del mundo. Quiere cambiar de estrategia en la curación de Patricia.

Dice contar con la evidencia científica que necesitaba para intentar un tratamiento con un derivado del arsénico.

“¿Arsenico?” - inquirí.

“Sí, -me respondió el Dr. Rodríguez-, el arsénico se usa desde tiempos antiguos, lleva utilizándose por siglos en la medicina china, un ejemplo del uso del arsénico fue el de Rasputín”.

“Pero Rasputín murió a balazos” -respondí un tanto cuanto compungido pues no recordaba el chisme completo, si lo habían baleado los Zetas (de Zar) o habíase fenecido por envenenamiento… ¡Pero con cianuro! ¡Mecachis! ¡No con arsénico!

“Nada de eso -protestó el Dr. Rodriguez-, Rasputín murió ahogado”.

¿Pues entonces qué tiene que ver el arsénico con Patricia y con Rasputín? ¿Por qué no eligió el doctor a un personaje de la historia de otra nacionalidad? ¡Por Dios! Todos sabemos que en Rusia abundan los Putines… Ahí tienen a Vladimir. ¿Por qué no eligió como ejemplo a un futbolista o a un mariachi? … Cosas de la vida.

Pues no me lo vayan a creer mucho, San Gugul y la Güikipedia no me lo pudieron confirmar, pero ¿Recuerdan que Rasputín se conchavó a la familia del Zar de Rusia al proporcionar alivio a un hijo aquejado por la hemofilia? ¿De veras lo recuerdan?... ¡Ah! Ajá y Acullá pues se me hace que por allí va la cosa.

Dejando nuestra rasputina conversación a un lado quedamos con el doctor en no ingresar a Patricia al hospital mañana y vernos el lunes en su consultorio.

Supuse que fui depositario de excelentes noticias por lo que al dar parte de la misma a Patricia me comprometí –en ese momento- a organizarle a Felipe una carne asada para mañana, los riesgos que esta oferta significan son demasiados pero estoy dispuesto a asumir las consecuencias.

Pensaba dedicar el sábado en subir al blog lo que he escrito diariamente para ustedes; pero lo haré el domingo porque mañana carne asada ¡Gulp!

Agradezco su comprensión.

Sábado 21 y domingo 22 de septiembre.
23:00

Onceavo reto:¿Cómo cocinar carne asada en diez pasos y sobrevivir para contarlo?

Hay una palabra que me gusta mucho, la uso para apantallar cuando quiero hacerme el culto, en este caso viene como anillo al dedo porque ella define lo que hice durante la primera parte del día: avituallarme.

Primer paso. Avituallarse. Amanecí en la Comer; de allí a La Europea, tempranito, la cajera todavía tenía huellas de almohada en el rostro; después a “Carnes Finas de Sonora”. El año pasado mi amigo Gustavo Staufer me regaló un corte “cow boy” empacado al alto vació tamaño brontosaurio, digno de mi hijo Bam-Bam, pero pensando en que llevaba un año congelado, le pregunté al empleado de la carnicería cuánto dura un corte de carne empacado al alto vacío congelado sin que nunca en su carnosa vida se haya descongelado, la respuesta fue elocuente y muy satisfactoria: “señor –dijo- aquí los cortes nos pueden durar toda la vida congelados”. ¡No-se-di-ga-más!

Segundo. Los acompañamientos y guarniciones. Al medio día ya con delantal amarrado, codo a codo con mi colega de servicios domésticos, Doña Martha, nos pusimos a hacer las salsas y todos los acompañamientos de la carne, básicamente: salsas (y aguacate). Dios bendiga y cuide a Martha por muchos años.

Tercer paso. Lavar el asador (yo me hice loco, lo lavó Martha).

Cuarto. Tapar los agujeros del asador con comales y lozetas de 30x30. Me explico: el asador está podrido y se podía desfondar en cualquier momento, de hecho los agujeros ocupan un vacío de más del 50% del fondo del asador. Si lo viera Fernando le diera vergüenza de ser mi hermano (lo bueno es que ya sabe lo que me va a traer de Saltillo el Niñito Dios en Navidad).

Quinto paso. Colocar el asador en el lugar indicado. Ya lavado y fondeado ¿dónde los pones? parece que va a llover, el carbón se va a mojar, “ahí mételo al techito”, “que no porque que se va a ahumar la casa”, “que échalo pallá que mejor pacá”.

Sexto. La tragedia. Que ese “cow boy” ya está muy viejo, tíralo a la basura. ¿Por qué no lo tiraron antes? ¿Por qué se esperaron hasta que a mí se me antojó cocinarlo? Después de todo era un corte añejo al mejor estilo de Ruth y Chris. Además en la carnicería duran "toda la vida".

Séptimo. La prendedera. Ya una vez me pasó que nunca pude encender el carbón; esta vez me protegí distribuyendo generosamente por todo el carbón tres latas completas de alcohol sólido, barras de ocote, un rollo de papel de baño en bolitas anegado con aceite de comer y un chorrito de gasolina como de un litro ¿no que no prendías carboncito?

Y ahora: ¿cómo se aplaca ese infierno de lumbre? ¿Cómo se doblan las quesadillas sin que se rompa la tortilla? ¿Cómo se le menea al asunto sin que se te quemen los pelitos de los brazos y huela a chicharrón?

Para acabarla de fastidiar: ¿Qué iba a hacer si colapsaba el fondo del asador?

Yo no sé si Oso el novio de Coco tampoco sabe prender asadores o me dio avión toda la noche.

Octavo. Plan "B". ¿Pizzas?.

Noveno. La cena, convivio, ágape o comilona. Llegaron 15 visitas, todos amigos del festejado y de Pau, estuvimos muy contentos y todo salió bien, los primeros cortes me salieron salados, quemados por fuera, término medio abajo de lo carbonizado y totalmente crudos pero desjugados por el medio, así es de que una cosa compensaba la otra, aunque no convencía del "blend" carnosos a nadie por lo que la segunda tanda de bisteces la cociné al natural, ni sal les puse, sólo mucha cerveza, no para sazonarlos sino para protegerlos del simulacro de averno que había organizado (y quitarle el sabor a gasolina). Corté toda la carne en pedacitos, ya fuera que hubiera sido cocinada en primera, segunda o tercera instancia y los revolví (a punto estuve de meterlos a la licuadora pero no me dejaron). Coco hizo las quesadillas en la estufa y le quedaron bien ricas.

Una vez más gracias a Doña Martha y a Coco la noche de carne asada se convirtió en noche de quesadillas y tacos de aguacate con mucha salsa. Yo no hice coraje pues el menú me lo impedía, además pude presumir que los tacos no eran de aguacate sino de una desconstrucción de guacamole estilo Hernán Cortés (sin jitomate, ni cebolla, ni cilantro, ni chilito).

Lo que quedaba de mi fue a dar a la cama como a las 3:00 am con los ánimos desinflados como para subir toda una semana de mi vida al blog.

Sólo pensé: “mañana”.

Domingo 22 de septiembre. Estoy muerto.

Décimo. Epílogo. Todo el día lavando trastes, cocina, terraza, etc… Fui a misa, me bañé, me dormí, fin del día.

Patricia está bien, ayer se fue a dormir como a las 11:00 pm porque se sentía muy cansada, hoy se la pasó todo el día descansando.

Hoy domingo nos llamó el doctor Rodriguez Carrillo para decirnos que estuviéramos tranquilos que mañana nos explica en qué consiste el tratamiento, que él tiene mucho temor de la reacción que tuvo Patricia a la quimio en las sesiones pasadas, ya que las úlceras en el colón y las hemorragias pueden repetirse. Dice que esta nueva medicina es más benigna, entendiéndose por ello que ha arrojado mejores expectativas de curación (o de vida) con menores efectos secundarios.

Ya veremos dijo el ciego que ni tomates tenía.

Ya no prometo que mañana escribo diario, haré mi mejor esfuerzo.

 

Hasta luego.