18:00 hrs.
Hoy he decidido iniciar estas memorias, lo hago en respuesta a la necesidad que tengo de comunicarme con los amigos a quienes les interese mi vida y la de mi familia.
Creo que al escribir en este medio cumpliré con algunos objetivos:
·
Compartir el conocimiento que hemos adquirido al vivir
esta nueva etapa en nuestra vida
·
Informar de la situación que guarda la salud de
Patricia y la moral familiar
·
Estén enterados de los resultados que están obteniendo
las oraciones y buenos deseos de todos
ustedes
Éste será un “blog” privado y sólo compartiré el enlace con quienes creo que nos tengan un cariño sincero; al hacerlo así, todos serán libres de decidir si quieren estar enterados, de tomar fuerza para seguir orando, de acompañarnos y estar cerca de nosotros en este trance. Si soy constante, ya no me llamarán para preguntarme cómo está Patricia, lo harán para decirme ¡Los seguimos en su diario! ¡Seguimos orando!
Trataré de no escribir más de 4 páginas en esta ocasión (una por semana) y en lo sucesivo no escribir más de una página cada vez (lo juro).
Como ustedes saben, hoy hace un mes, el 26 de julio, acudimos al consultorio del Dr. Grover (tiene nombre de doctor de tv-novela), Patricia, Coco y yo porque desde que regresamos de vacaciones Patricia se enfermó de un herpes que no cedía a ningún tratamiento. Llevábamos los análisis de laboratorio que estaba repleto de anormalidades, lo más feo era la ausencia de leucocitos (1.2 vs. el valor de referencia mínimo de 5.0). Los datos de laboratorio exigían que hospitalizáramos a Patricia esa misma noche, haciéndolo en el hospital San Javier, que está a media cuadra del consultorio de doctor.
Primer reto: ¿Cómo puede una familia “clase-mediera” como la nuestra pagar una cuenta hospitalaria millonaria?
Con un seguro de gastos médicos mayores. El de mi trabajo que es extenso: se acabó en tres semanas. Gracias a Dios y a Alejandro Ortiz Monasterio, en 2010 compre un seguro en exceso, ilimitado, que compramos Patricia y yo “para cuando fuéramos viejitos, por si nos enfermábamos” y que es el que nos está sosteniendo actualmente ¿Ya estamos viejitos? ¡Qué rápido!
Seguramente hay otras formas de resolver lo económico pero ser previsor resultó muy conveniente para nosotros.
En fin, logramos conformar a todo un ejército de vida:
Nuestros doctores están al frente de batalla luchando cuerpo a cuerpo en contra de la enfermedad, el equipo de médicos está encabezado por 3 excelentes profesionales, el Internista, Dr. Fernando Grover, el Hematólogo, Dr. José Rodríguez Carrillo y el Infectólogo, Dr. De la Cabada.
La artillería la conforma La virgen del Perpetuo Socorro (patrona de mi familia), Juan Pablo II (lo quiere todo el mundo), San Toribio (porque es mi tío), San Josemaría (porque me ha acompañado desde mi juventud a donde quiera que voy), Don Álvaro del Portillo (porque de todos los anteriores fue a quien conocí personalmente y hasta hablé con él).
La infantería la conforman todos ustedes, mis amigos, que han ofrecido oraciones y buenos deseos. Gracias a Rodolfo Luthe y Zuly Rueda que están incluyendo oraciones por mi esposa en redes y comunidades.
El sábado 27 de julio pasaron a Patricia a terapia intermedia (también se llama “coronarios”). Durante ése fin de semana la salud de Patricia fue en franco deterioro. Los doctores no se atrevían a darnos un diagnóstico sin tener confirmación de las pruebas de laboratorio (es lo más angustiante que te puede suceder).
Por fin, el lunes nos dieron el diagnóstico que ustedes ya conocen; Patricia está enferma de Leucemia Aguda Promielocítica (LAM-M3). Una enfermedad muy grave, muy delicada, peligrosísima, pero con experiencia científica de curación en la mayoría de casos recientes. ¿Qué tan recientes? No sé, pero dice el doctor que hace 20 años no existía cura para esta enfermedad.
Ese mismo día pedí un mes de vacaciones recibiendo todo el apoyo de mi empresa, a la cual me debería referir como mi segunda familia, o tal vez como el lugar en donde me reúno todos los días con excelentes amigos con el pretexto de generar riqueza y muchos impuestos para nuestro País. El próximo lunes 26 de agosto (como dice Patricia: “si Dios quiere”) regreso al trabajo. Estoy tranquilo ya que sé que Patricia está muy bien atendida en casa.
Segundo reto: ¿Cómo consigues cantidades indefinidas de plaquetas y sangre de un día para otro?
Con amigos sinceros. Carmen Arregui y mi sobrina Lizy, consiguieron a muchísimos voluntarios para ser donadores, vinieron compañeros de la maestría del IPADE, compañeros de la oficina, parientes de compañeros de la oficina, compañeras de las clases de Patricia, amigos que demostraron ser incondicionales. Pero ¿Saben cuál es el problema? Que hoy día no cualquiera puede ser donador. Empezó el desfile y de los primeros 12 donadores no aceptaron a ninguno, y es entonces cuando te entra la desesperación. Por fin, conseguimos a todos los donadores que necesitábamos ¡Muchas gracias a todos! ¡Todos los que lograron donar considérense mis cuñados! Nos dieron un regalo de vida. Ustedes nos enseñaron la verdadera definición de la palabra “inapreciable”. Y tan inapreciable es el regalo de los que donaron como inapreciable lo es el regalo de quienes intentaron.
El martes 30 de julio comenzaron las temidísimas sesiones de quimioterapia, cuatro en total, martes, jueves, sábado y lunes.
Gracias a las oraciones de todos ustedes, la reacción a la terapia fue mínima, Patricia no sufrió de nauseas, ni dolores, ni efectos que le hayan causado algún sufrimiento físico grave, sólo mucho cansancio, un gran agotamiento. El miércoles 7 de agosto Patricia (y nosotros) pudimos regresar a una habitación “normal” en el hospital. Tuvimos vecinos de súper lujo, ese mismo día a unos cuantos metros de distancia nació Maya Victoria Orduño Haro, hija de mis compañeros y amigos Erica y Omar. Coincidencia: el 7 de agosto también fue cumpleaños de mi hijo Paco, huelga decir que le quedamos a deber el festejo para otro día y que a Mayita ni la conocí.
Tercer reto: ¿Cómo resistir a enfermedades, contagios o hemorragias sin que el cuerpo tenga defensa alguna?
Siendo obsesivo con la higiene, siendo muy sangrón con las exigencias sanitarias de los que entran al cuarto de tu enfermo, no aceptando visitas. Agradeciendo la comprensión de todos los que quieren saludar personalmente a Patricia. Nos organizamos Coco, Paco, Felipe y yo para no dejar a Patricia (no exagero) ni un minuto sola. Del ejército de voluntarios a hacer guardias sólo molestamos a Oso y a Cuquis (gracias a ambos y muchas gracias a todos los que nos han ofrecido hacer guardias). No hemos aún aceptado la ayuda de más amigos porque esto va para largo y no queremos cansarlos.
Por fin, desde el viernes 16 de agosto Patricia está en casa y está definitivamente mejor que en el hospital, desde el punto de vista de que aquí en la casa hay menos probabilidades de que se contagie de algo peligroso. Lavamos colchón (gracias Lorenita), desinfectamos las casa (gracias Oscar), lavamos con productos hoteleros profesionales y entrenamos a mis asistentes personales Doña Mónica y Doña Martha (gracias Sra. Castillo), compré purificador de aire, deshumidificador, ventilador, walikie talkies (gracias VISA). Todo está rechinando de limpio, “limpisisisímo” (como decía mi mamá).
Patricia ha pasado una buena semana en casa aunque todas las noches le ha subido la temperatura a más de 37°. Hace rato llegó casi a 38°.
Nuestra ciencia médica alópata actual ha logrado vencer esta enfermedad siguiendo un protocolo o estándar de curación muy estricto:
Cuatro sesiones de quimioterapia con estancia hospitalaria de 8 a 15 días cada una. En cada sesión se aplica, en días intercalados, 4 dosis de quimio. Entre cada estancia se debe esperar que la paciente se sienta bien y regrese a su vida normal. Después de cada hospitalización la paciente pierde todas sus defensas y comienza de cero. O sea, es una pesadilla de 5 temporadas. Estamos en plena Temporada uno, que ya duró un mes. Faltan tres Temporadas iguales. Acabando las terapias que requieren hospitalización se continúa con terapias ambulatorias por lo menos dos años más y... ¡Cura total! ¿Si no hay cura total? Pues contaremos una historia que no quiero contar ahora que debemos estar enfocados todos en orar, mucha oración por la cura total, no se me distraigan pensando en otras cosas.
Si no fui capaz de transmitir el mensaje claramente del proceso les hago a continuación un resumen ejecutivo:
Esperamos que el tratamiento dure de dos a tres años, los primeros 6 a 9 meses serán una pesadilla.
Cuarto reto: ¿Cómo afrontar esta larga enfermedad? ¿Cómo resistir?
Son las 20:00, me dice Coco que a Patricia le subió la temperatura a 38.5°. Esto ya no me gustó.
Hasta luego.
Muchas gracias Felipe por darte a la tarea de hacer este blog, yo te lo agradezco profundamente, desde hace mucho que quiero hablarles pero me aguanto porque sé que puede ser molesto y ustedes no están para eso, de esta forma, todos estamos informados de todos los acontecimientos importantes. No voy a parar de rezar hasta que todo esto sea cosa del pasado, por favor dile a nuestra querida Paty que la tía Mary está rezando por ella, este angelito de la tieera tiene mucho poder en el cielo. Me reconforta saber que ambos tenemos un aliado común, yo conocí también a Don Älvaro y sentí su santidad y a él he encomendado a Paty. Estoy plenamente segura que todos saldremos de esta prueba mas fortalecidos en nuestra fe, mas unidos en Dios y entre nosotros. Mil gracias Felipe.
ResponderBorrarGracias Martuchis. Le doy tus comentarios a Patricia. ¡Abrazo!
ResponderBorrarSi, disque segun yo, te escribi aqui,
ResponderBorrarque te habia enviado un email justo esta mañana y que no te molestaras en contester, pero por lo visto , no se publicó, en fin, que espero que esta odisea te sea lo más leve posible y que los ánimos y defensas de Paty se mejoren rápidamente.
ojalá te pudiera ayudar más que con palabras y Buenos deseos, pero tan lejos...si necesitas algo de por acá ya sabes que con gusto lo busco y lo encuentro y te lo mandó.
por lo pronto mis mejores deseos y mis saludos a Paty,
beso. NormaPatricia