sábado, 31 de agosto de 2013

Viaje Fantástico

Viernes 30 de agosto, 2013.
Media Noche

Séptimo reto: ¿Cómo no dejar  de sorprenderse?

Ayer jueves 29 de agosto no escribí. Me quedé dormido. A mis dos leales lectores (yo soy uno de ellos) les ofrezco una sincera disculpa por la omisión (yo la acepto, pero que no se repita).

Patricia tuvo ligeros sangrados y los doctores decidieron ponernos frente a frente con la increíble y sorprendente realidad tecnológica de nuestros días, que será seguramente la burla del mañana.

Allá por los lejanos años setentas fui al cine (de pinta) a una matiné que había los miércoles en el cine Olimpia de Cuernavaca (en la calle de Motolinia), ahora lo puedo decir con tranquilidad ya que desde el cielo mis papás no pueden agarrarme a chirrionazos por vago. Una de las películas que pasaron fue “Viaje Fantástico”, que causó sensación en Estados Unidos en 1966. ¡Imagínense! Según mis cálculos tardó como 10 años para estrenarse en uno de los cuatro cines de la gloriosa Cuernavaca (Morelos, Alameda, Ocampo y Olimpia). La película trataba de un submarino en miniatura que viajaba tripulado por un equipo de científicos y doctores  por el interior del cuerpo de una persona (seguramente muy pudiente) para curarle una enfermedad. Un género de cine que yo llamaría “ciencia ficción pa-dentro”. ¡Sorprendente!

Hace como cinco años volvió a mi memoria esta película cuando oí hablar de una tecnología que en aquél lejano 2009 estaba en fase de prueba, se trataba de un submarino del tamaño de una píldora que puede viajar al centro del cuerpo humano al Imperio de su mismísima Majestad el Todo Poderoso COLON. ¡Sorprendente!

Gastaré un párrafo de su precioso tiempo en decir que el invento mejoró la ficción, ya que no es un submarino tripulado, por lo que su ventaja vs. el de la ficción es que no arroja a un grupo de médicos y científicos al excusado cada vez que se hace un estudio.

¿Cómo no dejar de sorprenderse? Hoy en día los estrenos de los grandes éxitos cinematográficos son primero en México que en Estados Unidos y tecnologías que antes sólo estaban disponibles en países lejanos y exclusivas para sus millonarios ya se encuentran aquí en Guadalajara (quien sabe desde cuándo) y al alcance de cualquiera (como yo). ¡Cómo ha cambiado el mundo! ¡Sorprendente!

Pues, regresando al tema que nos ocupa, el día de hoy Patricia se sometió a la prueba del submarino no tripulado del tamaño de una píldora que le fotografió hasta lo que no. Puedo decir que mi esposa es hermosa por fuera (ustedes la conocen), muy interesante por dentro (¡eh! Lo puedo comprobar ¡tengo fotos!), y de un espíritu indomable (¿quién lo duda?).

Si sale bien del examen del submarinito mañana la dan de alta y como está bien de plaquetas, de glóbulos blancos, rojos y azules, de neutrófilos, de filósofos, de espeleólogos, etc. Ni siquiera vamos a tener que extremar precauciones sanitarias y tal vez hasta le organicemos un horario de visitas para que pueda dar autógrafos a partir del lunes ¡Saquen boleto para la premier!

Ya me voy, me quiero dormir temprano para ir al hospital a primera hora a ver si alcanzo a recoger un recuerdito para la posteridad… Antes de que le jalen.

¡Yelou submarín! ¡Yelou submarín!

Mañana les platico.

http://www.youtube.com/watch?v=kQxfSEK8VMQ

miércoles, 28 de agosto de 2013

La tormenta perfecta


Miércoles 28 de agosto, 2013.

23:00 hrs.

Amaneció soleado por el rumbo de mi casa. Salí temprano hacia mi oficina y cuando di vuelta en la equina con rumbo al centro de la ciudad me topé de frente con un nubarrón negro, espeso, impresionante, enorme. En ese momento el Altima se convirtió en albacorero, el volante en timón y yo en George Clooney, sólo a mi alter ego y a mi propio yo se nos ocurriría dirigir nuestra embarcación hacia la tormenta perfecta, ¡sólo para cumplir con el deber!

¡Milagro!¡Ni siquiera llovió! Fue un día tibio, medio soleado, maravilloso. Fui por primera vez en varias semanas a comer con amigos, nos la pasamos muy bien. Filosofamos a gusto.

La tormenta perfecta, nunca llegó.

Patricia pasó un excelente día, sin molestias, sin dolores, sin sangrado y lo mejor de todo, de muy buen humor. Hoy nos hizo el favor de cuidarla durante el día nuestras amigas Ceci Jiménez y Cuquis Salcedo. Mañana los doctores deliberarán para decidir si nos la traemos a casa antes o después del fin de semana.

Yo estuve con ella toda la tarde, le leí todos los comentarios de los facebooks y del blog. El mejor de los mensajes de la semana fue el de José Eduardo Oliva y el de la semana pasada el de la abejita pirrurris que mandó Consuelito.

A los amigos que me han hecho el favor de hacer comentarios en este blog les quiero decir que yo sí puedo verlos, lo que no sé es cómo se hacen públicos, trataré de resolverlo en esta semana.

Coco sacó 8 y pico en “trauma” y Oso 10. Por cierto, Oso es el novio de Coco y es el número 1 en calificaciones de su generación en la carrera de medicina. ¡Puro erudito!... En mi casa el más guaje arma relojes.

Bueno ahora si fui breve aunque no hubo retos.

Buenas y santas noches.

martes, 27 de agosto de 2013

El día más triste de mi vida

Martes 27 de agosto, 2013.
23:00 hrs.

Hoy Patricia pasó un día muy difícil, sigue en terapia intermedia. Le encontraron una úlcera en el intestino que ya le cauterizaron; con eso los doctores pretenden detener la hemorragia que se le presentó. Hoy recibió tres paquetitos de sangre (teníamos saldo a favor en el banco de sangre). La temperatura, los dolores y las molestias están completamente controlados. Si todo sale bien, se recuperará de este trance en pocos días para continuar con el proceso planeado. Está de muy buen humor y agradece a todos los que se acuerdan de rezar por ella.

Sexto reto: ¿Qué hacer cuando te ataca el recuerdo del día más triste de tu vida cuando menos lo necesitas?

Hoy amaneció un Guadalajara nublado, frío, húmedo y así se quedó. No sé por qué este día me llevó al día más triste de mi vida.

Colonia Narvarte, Ciudad de México, año de 1967, yo tenía 6 años. Mis papás llevaban algunos días susurrando acerca de algún vecino, en cuanto me notaban dejaban de hacerlo y me veían con mucha tristeza; yo no sabía de quién hablaban. Cierta tarde, como la que el día de hoy trató de emular, escuché la puerta de los vecinos del departamento 4 abrirse. No es que estuviera tratando de escuchar a los vecinos, sólo que cualquier rincón de nuestro departamento estaba cerca de la puerta. Algo me impulsó a salir corriendo al pasillo común de acceso de las tres viviendas de nuestro piso, deteniéndome a tres pasitos de quienes salían de su casa; era el señor Ilizaliturri y su esposa la señora Tere. La Señora Tere era la señora más buena que yo había conocido fuera de mi casa en mis primeros seis años de vida; les aseguro que la señora brillaba y el brillo se notaba y se sentía. Sin decir palabra y sin razón, me lancé a los brazos de aquél ángel, así estuvimos probablemente un minuto que a mí me pareció un instante eterno. No medió palabra alguna. Bajaron los escalones y yo me quedé petrificado, cuando por fin reaccioné corrí detrás de ellos. Sólo llegué hasta la puerta de la calle marcada con el número 416, allí me detuve. La pareja tomada del brazo, dándome la espalda, ya estaba en el camellón de avenida Universidad, cruzando hacia la acera de enfrente. La señora Tere me sintió, me volteó a ver sobre su hombro, volvió a sonreírme y siguió su camino. En ese momento sólo deseé que mis padres se demostraran la misma ternura y amor de mis vecinos. Y me sentí muy triste. Fue la última vez que la vi y nadie me dijo por qué, sólo sé que desapareció.

Años después me enteré que la señora Tere Ilizaliturri murió de cáncer.

Creo que por eso le tengo miedo a las despedidas, por eso lucho por hacer realidad con mi familia el deseo de aquella tarde, por eso detesto no saber el porqué de las cosas, por eso me lastiman las tardes tristes y por eso odio a la muerte. Por eso los días más tristes de mi vida nunca han sido tan tristes como el día más triste de mi vida.

Patricia ya no me quiere ver en el hospital, está muy preocupada por mis extensas vacaciones, por lo tanto, hoy fui por primera vez a mi oficina después de varias semanas. Todo en orden. Hoy inicié un blog dedicado a la educación hotelera.

Mañana trabajo normal. Normal. ¿Normal?

Cuarto reto: ¿Cómo afrontar esta larga enfermedad? ¿Cómo resistir?

Buenas noches.

lunes, 26 de agosto de 2013

¿Infección? – ¿Inundación? - ¿Zombis? - Hospitalización

Lunes 26 de agosto, 2013.
22:00 hrs.

Quinto reto: ¿En dónde conseguir equipo médico y enfermeras en viernes a las diez de la noche?

El viernes 23 de agosto reportamos a los doctores Rodríguez Carrillo y al doctor de la Cabada que Patricia tenía la temperatura arriba de 38.5° (casi 39°). De inmediato nos ordenaron un arsenal de medicamentos, suero, pruebas de laboratorio urgentes, oxígeno y enfermera para darnos servicio continúo 24/7 hasta que se determinaran las causas de una probable infección.

Los doctores ordenaron todo eso, pero sabemos que hay una diferencia entre ordenar y ejecutar.

En otra entrada me daré a la tarea de incluir una lista con los nombres y teléfonos de contactos y empresas que te resuelven este tipo de situaciones de manera casi milagrosa. Como buenos usuarios de Internet lo primero que hicimos fue acudir a las empresas que se anuncian en este medio, pero no tenían el equipo ni el personal disponible, o cerraban a las 23:00 y ya no nos podían atender sino hasta el sábado. No podíamos esperar.

No les hago el cuento largo, sólo que después de tremenda corretiza y de gondolear con nuestro carro por las venecianas calles de Guadalajara, para las 23:00 ya teníamos todo en la casa.

Habiendo dejado a Patricia tranquilamente en brazos de Morfeo y con su flamante enfermera, para la media noche, Coco y yo, ya nos encontrábamos trapeando su habitación, la cual se convirtió en alberca. La tormenta esta vez entró por su ventana e increíblemente como regadera por la lámpara de su plafón ¿Cómo llegó hasta allí? ¡Los libros de medicina! ¡El libro del doctor Rivera Yepiz!. Otro milagro, ningún libro sufrió daño. En ese momento crees en la posibilidad de que de abajo de la cama salga un zombi y te ataque, Coco tiene obsesión por los zombis y ya me la está contagiando (estoy pensando en comprarme un machete). Alfombrada con toallas la habitación de mi hija y sin zombies de por medio me dispuse a dormir “en mi jugo” en la sala de mi casa (que es la casa de todos ustedes), ya una enfermera ocupaba mi lugar en mi recinto nocturno, sabe Dios qué hora sería.

Las cosas no mejoraron para el sábado 24, a Patricia no le bajaba la temperatura, tuvo escalofríos y nauseas todo el día (hay quien dice calosfríos, es lo mismo, pero yo prefiero escalofríos). Ya no quise hacer boruca ese día y dejé que Coco y las enfermeras se entendieran a control remoto con los doctores.

Domingo 25 de agosto, las cosas fueron de mal en peor y para el medio día Patricia regresó al Hospital San Javier a terapia intermedia en donde se encuentra en estos momentos.

Hoy lunes 26 de agosto, siendo casi la media noche y después de buscar zombis debajo de mi cama (hoy voy a dormir solito)… (Obviamente la enfermera ya no se contrató para hoy)… (Mal pensados), la situación es la siguiente:

A Patricia se le controló la temperatura desde el domingo, ha salido totalmente limpia de todos los análisis clínicos de laboratorios habidos y por haber, tomografías, etc., está bien de corazón, pulmones, riñones, de todo, yo hasta la veo más bonita. Por la temperatura y escalofríos es obvio que tiene una infección; lo más probable es que sea una bacteria desgraciada “jija del máiz”, oportunista, vividora, haciendo rafting en el débil torrente sanguíneo de mi sacro santa esposa.

Acabo de hablar con Patricia por teléfono, está muy bien, se oye fuerte, ha comido y descomido excelentemente (gracias a Dios), estamos esperando los resultados de los cultivos y si todo sale bien, regresará a casa muy pronto.

Felipón, Pau, Paco, Oso y mi suegrecita han estado al pendiente y apoyando en todo lo que se les ha pedido, no platico sus intervenciones para no hacer que esta entrada sea salida, pero no sé qué haría sin ellos.

Cuarto reto: ¿Cómo afrontar esta larga enfermedad? ¿Cómo resistir?

Termino por hoy esta entrada porque voy a llevar a Paco a que pase la noche con Patricia.

Ya me voy. Buenas noches.

domingo, 25 de agosto de 2013

Leucemia Aguda Promielocítica (LAM-M3)

Viernes 23 de Agosto, 2013.

18:00 hrs.

Hoy he decidido iniciar estas memorias, lo hago en respuesta a la necesidad que tengo de comunicarme con los amigos a quienes les interese mi vida y la de mi familia.

Creo que al escribir en este medio cumpliré con algunos objetivos:

·         Compartir el conocimiento que hemos adquirido al vivir esta nueva etapa en nuestra vida

·         Informar de la situación que guarda la salud de Patricia y la moral familiar

·         Estén enterados de los resultados que están obteniendo las  oraciones y buenos deseos de todos ustedes

Éste será un “blog” privado y sólo compartiré el enlace con quienes creo que nos tengan un cariño sincero; al hacerlo así, todos serán libres de decidir si quieren estar enterados, de tomar fuerza para seguir orando, de acompañarnos y estar cerca de nosotros en este trance. Si soy constante, ya no me llamarán para preguntarme cómo está Patricia, lo harán para decirme ¡Los seguimos en su diario! ¡Seguimos orando!

Trataré de no escribir más de 4 páginas en esta ocasión (una por semana) y en lo sucesivo no escribir más de una página cada vez (lo juro).

Como ustedes saben, hoy hace un mes, el 26 de julio, acudimos al consultorio del Dr. Grover (tiene nombre de doctor de tv-novela), Patricia, Coco y yo porque desde que regresamos de vacaciones Patricia se enfermó de un herpes que no cedía a ningún tratamiento. Llevábamos los análisis de laboratorio que estaba repleto de anormalidades, lo más feo era la ausencia de leucocitos (1.2 vs. el valor de referencia mínimo de 5.0). Los datos de laboratorio exigían que hospitalizáramos a Patricia esa misma noche, haciéndolo en el hospital San Javier, que está a media cuadra del consultorio de doctor.

Primer reto: ¿Cómo puede una familia “clase-mediera” como la nuestra pagar una cuenta hospitalaria millonaria?

Con un seguro de gastos médicos mayores. El de mi trabajo que es extenso: se acabó en tres semanas. Gracias a Dios y a Alejandro Ortiz Monasterio, en 2010 compre un seguro en exceso, ilimitado, que compramos Patricia y yo “para cuando fuéramos viejitos, por si nos enfermábamos” y que es el que nos está sosteniendo actualmente ¿Ya estamos viejitos? ¡Qué rápido!

Seguramente hay otras formas de resolver lo económico pero ser previsor resultó muy conveniente para nosotros.

En fin, logramos conformar a todo un ejército de vida:

Nuestros doctores están al frente de batalla luchando cuerpo a cuerpo en contra de la enfermedad, el equipo de médicos está encabezado por 3 excelentes profesionales, el Internista, Dr. Fernando Grover, el Hematólogo, Dr. José Rodríguez Carrillo y el Infectólogo, Dr. De la Cabada.

La artillería la conforma La virgen del Perpetuo Socorro (patrona de mi familia), Juan Pablo II (lo quiere todo el mundo), San Toribio (porque es mi tío), San Josemaría (porque me ha acompañado desde mi juventud a donde quiera que voy), Don Álvaro del Portillo (porque de todos los anteriores fue a quien conocí personalmente y hasta hablé con él).

La infantería la conforman todos ustedes, mis amigos, que han ofrecido oraciones y buenos deseos. Gracias a Rodolfo Luthe y Zuly Rueda que están incluyendo oraciones por mi esposa en redes y comunidades.

El sábado 27 de julio pasaron a Patricia a terapia intermedia (también se llama “coronarios”). Durante ése fin de semana la salud de Patricia fue en franco deterioro. Los doctores no se atrevían a darnos un diagnóstico sin tener confirmación de las pruebas de laboratorio (es lo más angustiante que te puede suceder).

Por fin, el lunes nos dieron el diagnóstico que ustedes ya conocen; Patricia está enferma de Leucemia Aguda Promielocítica (LAM-M3). Una enfermedad muy grave, muy delicada, peligrosísima, pero con experiencia científica de curación en la mayoría de casos recientes. ¿Qué tan recientes? No sé, pero dice el doctor que hace 20 años no existía cura para esta enfermedad.

Ese mismo día pedí un mes de vacaciones recibiendo todo el apoyo de mi empresa, a la cual me debería referir como mi segunda familia, o tal vez como el lugar en donde me reúno todos los días con excelentes amigos con el pretexto de generar riqueza y muchos impuestos para nuestro País. El próximo lunes 26 de agosto (como dice Patricia: “si Dios quiere”) regreso al trabajo. Estoy tranquilo ya que sé que Patricia está muy bien atendida en casa.

Segundo reto: ¿Cómo consigues cantidades indefinidas de plaquetas y sangre de un día para otro?

Con amigos sinceros. Carmen Arregui y mi sobrina Lizy, consiguieron a muchísimos voluntarios para ser donadores, vinieron compañeros de la maestría del IPADE, compañeros de la oficina, parientes de compañeros de la oficina, compañeras de las clases de Patricia, amigos que demostraron ser incondicionales. Pero ¿Saben cuál es el problema? Que hoy día no cualquiera puede ser donador. Empezó el desfile y de los primeros 12 donadores no aceptaron a ninguno, y es entonces cuando te entra la desesperación. Por fin, conseguimos a todos los donadores que necesitábamos ¡Muchas gracias a todos! ¡Todos los que lograron donar considérense mis cuñados! Nos dieron un regalo de vida. Ustedes nos enseñaron la verdadera definición de la palabra “inapreciable”. Y tan inapreciable es el regalo de los que donaron como inapreciable lo es el regalo de quienes intentaron.

El martes 30 de julio comenzaron las temidísimas sesiones de quimioterapia, cuatro en total, martes, jueves, sábado y lunes.

Gracias a las oraciones de todos ustedes, la reacción a la terapia fue mínima, Patricia no sufrió de nauseas, ni dolores, ni efectos que le hayan causado algún sufrimiento físico grave, sólo mucho cansancio, un gran agotamiento. El miércoles 7 de agosto Patricia (y nosotros) pudimos regresar a una habitación “normal” en el hospital. Tuvimos vecinos de súper lujo, ese mismo día a unos cuantos metros de distancia nació Maya Victoria Orduño Haro, hija de mis compañeros y amigos Erica y Omar. Coincidencia: el 7 de agosto también fue cumpleaños de mi hijo Paco, huelga decir que le quedamos a deber el festejo para otro día y que a Mayita ni la conocí.

Tercer reto: ¿Cómo resistir a enfermedades, contagios o hemorragias sin que el cuerpo tenga defensa alguna?

Siendo obsesivo con la higiene, siendo muy sangrón con las exigencias sanitarias de los que entran al cuarto de tu enfermo, no aceptando visitas. Agradeciendo la comprensión de todos los que quieren saludar personalmente a Patricia. Nos organizamos Coco, Paco, Felipe y yo para no dejar a Patricia (no exagero) ni un minuto sola. Del ejército de voluntarios a hacer guardias sólo molestamos a Oso y a Cuquis (gracias a ambos y muchas gracias a todos los que nos han ofrecido hacer guardias). No hemos aún aceptado la ayuda de más amigos porque esto va para largo y no queremos cansarlos.

Por fin, desde el viernes 16 de agosto Patricia está en casa y está definitivamente mejor que en el hospital, desde el punto de vista de que aquí en la casa hay menos probabilidades de que se contagie de algo peligroso. Lavamos colchón (gracias Lorenita), desinfectamos las casa (gracias Oscar), lavamos con productos hoteleros profesionales y entrenamos a mis asistentes personales Doña Mónica y Doña Martha (gracias Sra. Castillo), compré purificador de aire, deshumidificador, ventilador, walikie talkies (gracias VISA). Todo está rechinando de limpio, “limpisisisímo” (como decía mi mamá).

Patricia ha pasado una buena semana en casa aunque todas las noches le ha subido la temperatura a más de 37°. Hace rato llegó casi a 38°.

Nuestra ciencia médica alópata actual ha logrado vencer esta enfermedad siguiendo un protocolo o estándar de curación muy estricto:

Cuatro sesiones de quimioterapia con estancia hospitalaria de 8 a 15 días cada una. En cada sesión se aplica, en días intercalados, 4 dosis de quimio. Entre cada estancia se debe esperar que la paciente se sienta bien y regrese a su vida normal. Después de cada hospitalización la paciente pierde todas sus defensas y comienza de cero. O sea, es una pesadilla de 5 temporadas. Estamos en plena Temporada uno, que ya duró un mes. Faltan tres Temporadas iguales. Acabando las terapias que requieren hospitalización se continúa con terapias ambulatorias por lo menos dos años más y... ¡Cura total! ¿Si no hay cura total? Pues contaremos una historia que no quiero contar ahora que debemos estar enfocados todos en orar, mucha oración por la cura total, no se me distraigan pensando en otras cosas.

Si no fui capaz de transmitir el mensaje claramente del proceso les hago a continuación un resumen ejecutivo:

Esperamos que el tratamiento dure de dos a tres años, los primeros 6 a 9 meses serán una pesadilla.

Cuarto reto: ¿Cómo afrontar esta larga enfermedad? ¿Cómo resistir?

Son las 20:00, me dice Coco que a Patricia le subió la temperatura a 38.5°. Esto ya no me gustó.

Hasta luego.