domingo, 10 de noviembre de 2013

Primera semana con trisenox

Domingo 10 de noviembre, 2013.
22:00 hrs.

¡Una semana más! ¿Pueden creerlo? De unos cuantos años para acá comencé a sentir que el tiempo se va cada vez más rápido y esta semana no fue la excepción: voló.

Lunes 4 de noviembre.

Día normal de oficina: muchas llamadas telefónicas (al conmutador y al celular), mensajes, guatsops, la bandeja de entrada del correo llegó a 150 mensajes sin leer… asuntos imprevistos, interrupciones, problemas para todos los gustos y de todos los tamaños, algunos se pueden resolver rápido, otros se deben delegar o discutir con otras áreas para darles salida en equipo; no faltan los que no tienes ni remota idea cómo enfrentar (los inéditos y los de otras áreas). Reportes de invasión a los hoteles, ya sea de monjes tibetanos o de maestros de la coordinadora, reportes de degenerados que destruyen su habitación, secuestros virtuales y extorsiones. Que si Chilpancingo es peligroso. Que si viene otro huracán. Que Lolita es una maldita asesina y nos está asfixiando a todos. Que el presupuesto que teníamos que entregar en diciembre, que siempre no, que era para ayer. Comida con mi amigo José Lomelín en el Jockey ¡excelente salmón! … Lo que queda de mí regresa a casa ya sin siquiera pasar al hospital a darle el besito de las buenas noches a la enfermita. Pero sé que está bien con Coco.

Coco se hace cargo de los trámites de hospedaje en el hospital y pasan ambas una noche tranquila.

Por cierto, no les he platicado que Coco está haciendo pre-internado en la Cruz Verde 24x48; o sea, va 24 horas continuas y descansa 48 horas.

En sus 48 horas de descanso me está ayudando con los cuidados a Patricia.

¿Qué cómo le va a Coco en la Cruz Verde? Hoy tuvo el caso de una niña con síndrome de parquímetro. Una rara enfermedad cuyo principal síntoma es el crecimiento de monedas de 5 pesos en el intestino (bueno, ese fue el diagnóstico que hizo Coco, si no es correcto, por lo menos es original).


 

Martes 5 de noviembre.

Temprano anestesian a Patricia, le toman muestras de la médula, frotis sanguíneo, biometría hemática, etc. De todos los exámenes el más importante es el de médula porque es el que arroja un pronóstico de la enfermedad. Las muestras de médula se mandan a 4 diferentes laboratorios (hospital, dos de Guadalajara y Puebla). Desgraciadamente no estuve para ver “El Show de Patricia Post-anestesia”, en esta ocasión regresó de la sala de operaciones diciendo que venía de viaje de México.

Después de los exámenes le aplicaron la primera dosis de trisenox (por el catéter). Pasó la noche en el hospital en observación, Coco con ella, no hubo efectos adversos ni secundarios.

Miércoles 6 de noviembre.

Dosis de trisenox tempranito y regreso a casa. Esa noche viajé a Monterrey, llegando a mi hotel recibí noticias preocupantes, Patricia estaba sufriendo de arritmia, dolor de corazón, escalofrío solemne (sensación de frío que se acompaña de castañeteo de dientes y estremecimiento de la cama). Coco le aplicó ventolín y le inyectó alin depot y clexane. Tres gotitas de rivotril y ¡A dormir se ha dicho! Totalmente recuperada.

Jueves 7 de noviembre.

Una vez más, otra dosis de trisenox, en esta ocasión en el área de terapia ambulatoria de oncología del hospital San Javier. Todo bien, no hubo efectos adversos ni secundarios, le toman muestras de sangre y electrocardiograma antes, durante y después de la toma de la medicina. Ese día tuve la suerte de ofrecer una plática en la Universidad Regiomontana. Regresé a Guadalajara por la noche, el vuelo salió sólo con dos horas de retraso y llego a casa de madrugada.

Viernes 8 de noviembre.

Día normal de oficina: a la hecatombe del lunes agregar una llanta ponchada, una visita de nuestro asesor de seguridad y una cita con el fiscal antisecuestros de Jalisco; comida con Pablo, hijo de mi querido amigo el Dr. Rivera Yepiz, revisión de un curso que dará Hugo Traconis. Nuestro asesor de seguridad es norteamericano y rumbo a dejarlo a su hotel (ya cerca de las 9 de la noche) me dice con su español sin erres: “dormiste en la junta, ¿eh? ¿cansadou?”. Pues sí me eché mis cabeceaditas en plena junta. Ni modo.

Aviso importante para los oriundos de Tapatilandia: el único lugar del universo que reparan (desponchan) llantas en Guadalajara con parche caliente es en una vulcanizadora que está en Santa Teresita, en la mera esquina de Pedro Buzeta y Herrera y Cairo.

Patricia recibió su tratamiento y lo toleró perfectamente.

A Coco le informaron que fue aceptada para hacer su internado en el Hospital Militar, lo cual es una buena noticia.

Sábado 9 de noviembre.

Ahora me tocó a mí llevar a Patricia a la terapia. Ya saben, muestra de todo, electrocardiograma y ¡zaz! Trisenox. Al final del tratamiento Patricia se sintió muy mal, la tuvieron que acostar y meterle una super dosis de potasio. Si le continuaban los dolores de corazón debíamos de pasar la noche en el hospital. Gracias a Dios los dolores terminaron y sólo le quedó una gran debilidad. Regresamos a casa y pasamos una tarde tranquila. Patricia con su rompecabezas y yo respondiendo correos atrasados.

Hoy.

Después de comer y de desayunar Patricia se volvió a sentir muy débil, yo le echo la culpa a dos cosas, una puede ser el café, las dos veces que se ha sentido mal en casa ha sido después de tomar café, la segunda es que nada más se siente bien y comienza a danzar por toda la casa como pirinola. Por la tarde tuvo ligeros dolores pero ahorita está requeté-bien. La tengo marchando como león enjaulado de un lado a otro de la recámara rezando el rosario.

Los efectos adversos de la medicina en Patricia el miércoles en la noche, el sábado y hoy fueron: hipocalemia (bajo nivel de potasio en sangre), mareo, dolor de cabeza, escalofríos (algunos solemnes y otros más bien modestos), taquicardia, disnea (dificultad respiratoria), dolor, fatiga. Todos comunes en pacientes que son tratados con trisenox.

Mañana.

Mañana será otro día. Día normal de oficina. ¡Gulp!

domingo, 3 de noviembre de 2013

As2O3

Domingo 3 de noviembre, 2013
22:00

Doceavo reto: Cambiar el tratamiento por arsénico.

Por ser un elemento químico supongo que el tratamiento con arsénico entra en la definición de quimioterapia. ¿Qué veneno químico curativo-destructivo le suministraron a Patricia en las dos ocasiones anteriores?

Respuesta de la sabiduría jalisciense: ¡psaaaaaaaaabe!

Del 14 al 20 de octubre.

Toda la semana la dediqué a sacar pendientes de la oficina, ya que no viajé, la puedo definir como una semana más o menos tranquila, diariamente sólo trabajé medio día (como el viejo Kemmons), o sea 12 horas diarias.

Patricia estuvo prácticamente encerrada con poco o nulo contacto aún con nosotros los que vivimos con ella. Estuvo (y continua estando) de buen humor y muy fortalecida por las llamadas de nuestros amigos, sus oraciones y las actividades que realiza todos los días con gran entusiasmo. No hubo necesidad de transfusiones. Casi termina un rompecabezas cuyo tema es el de un bodegón.

Algo que debemos aprender de la manera en que Patricia enfrenta su encierro, es a cómo sobrevivir en un refugio nuclear; aunque si yo construyo un refugio algún día, será anti-zombies y no nuclear. No porque crea que es más probable que nos ataquen zombies en lugar de que lo haga masiosare con súper-bombas, sino porque es más barato y más fácil construir un refugio anti-zombies, que, por otro lado, puede servir para protegernos de invasiones de ejércitos enemigos (obvio) de a pie (terrestres o extraterrestres).
Bien. La lista de suministros del refugio debe incluir una dotación de cientos de rompecabezas de más de 1000 piezas cada uno, por lo menos un tablero de scrable (¡ah! y un tumba burros)… y una cavita.

http://www.youtube.com/watch?v=hvWzMzhj51E

Del 21 al 27 de octubre.

Semana de oficina con viaje relámpago al D.F. y a Playa del Carmen, mi sobrina Pamelita que vive con su familia en Playa del Carmen ni siquiera se enteró de que pasé cerca de ellos.

Las noticias son buenas, el doctor nos informa que las defensas van subiendo. Patricia ya baja de su recámara a la cocina. Y armó el rompecabezas. Está comenzando otro con un tema navideño (un Nacimiento). Si le llaman por teléfono se van a sorprender, se oye perfectamente normal.


 

Me acabo de enterar que esa semana se fue “de pinta” a escoger el vestido de graduación de Coco… ¡Oi-no-más!

Del 28 de octubre al 3 de noviembre.

Fue la convención anual de mi empresa en Las Vegas, a la que salí desde el sábado 27. En Las Vegas tuve oportunidad de saludar a otros tres asiduos lectores de este blog ¡No estamos solos Luthe!, a Blanquita Guerrero, a Lorena Cázares y a Jesús Calderón. Jesús realmente me conmovió con sus palabras de aliento, me dio mucho gusto saludar a su esposa y a sus hijas. Saludé a Gaby Terrazas quien al enterarse del blog me recomendó que lo haga público. Yo realmente lo siento muy íntimo y nada interesante para quien no conozca o quiera a Patricia, agradezco su recomendación pero no creo que lo haga.

Estando en Las Vegas recibí llamada de Santigo Humberto Zorrilla Arena Sánchez Santiago Humberto (cuando los maestros pasaban lista nunca supe en donde comenzaba el nombre y en dónde acababa el apellido), uno de mis mejores amigos y compañero desde sexto de primaria hasta tercero de prepa (siempre en el Cristóbal Colón del padre San Armando Vargas Caraza), Santiago me llamó para preguntar por la salud de Patricia. Y es que todos nuestros amigos de Cuernavaca siguen este diario y yo creo que ya extrañan tres semanas sin noticias. ¡Saludos a todos! ¡Aquí estamos!

Desde Las Vegas le llamé a Patricia para preguntarle qué le dijo el doctor:

El doctor me dijo que esta semana puedo hacer vida normal –me responde- y ya fui con Coco al pediquiur, a la peluquería, me cortaron el pelo cortito, no a navaja –me explicó- , fuimos de compras y puedo ir al cine y hacer lo que yo quiera, pero sin abusar (espero que considere abuso total ir al Palacio de Hierro).

Me platicó en la llamada que ya llegó la medicina que esperábamos, que se llama Trisenox (trióxido de arsénico, As2O3) y que dependiendo de cómo salgan los análisis de sangre el domingo y de médula el lunes se la comienzan a aplicar.

Al conocer tan buena noticia anticipé mi regreso de Las Vegas un día. Estos tres últimos días han sido verdaderamente normales. No fuimos al cine pero Patricia fue dos veces al gimnasio, fuimos a comer a un restaurante el sábado y hasta se tomó ¡una copita de vino ayer! ¡Y otra hoy! El sábado por la noche no tuve clemencia con ella y le gané una partida de scrable por más de 90 puntos (dijimos vida normal).

Hoy domingo acabamos de regresar de comer del depa de mi hijo Jelipón. Su novia Pau y él nos agasajaron con unas ricas chapatas y unos tornillitos con perejil, muy buenos. Por cierto que Jelipón se va a trabajar a Culiacán a mediados de este mes. Luego les platico.

Estos tres días de vida normal fueron extraordinarios.



Arsénico según San Gugul y Santa Güikipedia.

El arsénico (del persa Zarnikh, oropimente amarillo o bien del griego arsenikón, masculino) es un elemento químico de la tabla periódica cuyo símbolo es As y el número atómico es 33. En la tabla periódica de los elementos se encuentra en el quinto grupo principal. El arsénico se presenta raramente sólido, principalmente en forma de sulfuros. Pertenece a los metaloides, ya que muestra propiedades intermedias entre los metales y los no metales.

Las preparaciones que contienen arsénico han sido parte del uso de la medicina durante más de 2000 años. El tratamiento a base de arsénico se utilizó en los Estados Unidos y en Europa hace más de 100 años para la leucemia y las infecciones, pero la quimioterapia moderna y los antibióticos reemplazaron estos tratamientos. Más recientemente, resurgió el interés por el tratamiento a base de arsénico gracias a los informes de actividad antileucémica de algunas preparaciones chinas tradicionales. Posteriormente, los científicos chinos encontraron que el ingrediente activo era el trióxido de arsénico.



¿Qué?: No se comprende por completo el mecanismo de acción exacto del trióxido de arsénico. Se cree que funciona mediante diversos mecanismos, como agente de quimioterapia específico al ciclo celular, terapia dirigida y quizás inhibidor de la angiogénesis. ¿Mande?

Lo que Gugul y Güikipedia quisieron decir es que esta medicina ataca directamente el problema y tiene menos efectos destructivos. Volverán a bajar las defensas, tendremos que esperar a que suban para volver a aplicar el tratamiento pero todo con menos sufrimiento y con otro tipo de riesgos… Como que Patricia me envenene con un beso… ¡Arrrrroz!

Esperamos que ya no pierda pelo, y que las terapias sean ambulatorias, aunque mañana y pasado la internaremos en el Hospital San Javier para la toma de muestra de médula y la primera aplicación del trisenox.

Esta entrada equivale a tres páginas, pero acuérdense de que son tres semanas: no se enojen.

¡La próxima les platico cómo nos fue con el trisenox!