Sábado 1 de marzo
Media noche
Ya sé que
la mayoría de ustedes está pensando que soy un alienado social, carente de
identidad matriarcal y les concedo la razón.
Llevaba
casi 7 semanas sin subir información a la bitácora de mis memorias. Ya no tengo
argumentos para solicitar disculpas a no sé quién de aquéllos que aún de vez en
cuando se detengan en esta esquina de la vida para echar un fugaz vistazo buscándonos
y que al hacerlo, se encuentre sólo con una calle solitaria y brumosa. Nada he comentado en siete semanas en esta
carta que escribo a todos y a nadie, ésta que me permite sentirme cerca y sentirlos
conmigo sin que estén. Esta carta que le ha dado una nueva dimensión a mi
entender del ser y del estar gracias a todos ustedes quienes aún en la ausencia
están y son nuestros amigos.
En esta
ocasión no los voy a aburrir con retos, reflexiones, fumadas o “Pipeaventuras”.
Me concentraré en ofrecerles un resumen de mis memorias de 7 semanas (no
precisamente en el Tíbet).
1. Desde la última vez que escribí,
Patricia lleva dos sesiones de 14 días de tratamiento y está a unos días de
terminar su segundo periodo de descanso de estas siete semanas. Es el que les
he platicado que se integra a su vida de una manera casi normal,
sólo redoblando precauciones para no contagiarse por virus o bacterias de
alguna enfermedad que complique su proceso.
2. Ella sigue reaccionando muy bien al tratamiento.
El arsénico no me ha matado, y aunque moría por sus besos, ya no lo hago.
Parece que ya sólo será una, tal vez dos las veces que regrese a los 14 días de
terapia. Próximamente le practicarán un aspirado de médula y si el estado de
remisión continúa, se suspenderá el tratamiento para esperar que la bendita
enfermedad no regrese en 5 años, sólo hasta entonces se dará de alta. El doctor
está muy optimista –al igual que todos, sólo que él con conocimiento científico
de causa- tanto así que tal vez hasta le quite el catéter.
3. Coco continúa en el internado, estudia
mucho, se desvela mucho. Creo que ve muy poco a Oso y yo también he visto poco
al Oso, ahora sí, como decía Charly Díaz Garcilazo: “no hay Oso”. Coco se está
interesando por la hematología y por la oncología y el doctor Rodríguez Carrillo
la está apoyando mucho.
4. Paco sigue trabajando en “La Pinta
Negra”, cubre diferentes posiciones operativas (mesero, cocinero) y
administrativas (cajero). Esperamos que a mediados de año se pueda enrolar en
una maestría, para la cual ya está en trámites.
5. Felipón sigue en Culichilandia, la
que parece que cambiará de nombre a Chapolandia en los próximos días. Va muy
bien, acaba de llegar a su presupuesto del primer trimestre. Hoy está en
Monterrey con Pau, en una boda de un amigo del IPADE, parece que cada 8 días se
casa uno de sus compañeros del IPADE. Me pregunto si no estará él próximo a
enlistarse en el club de los casados. Ya muchos amigos de mi edad son abuelitos
(y uno que otro tiene bebé propio…¡Hola tío Barajas) ¿Cuándo nos tocará a nosotros regresar al mundo de los pañales enmostazados?.
6. Yo no he salido mucho de viaje, sólo
una semana anduve por la fría Atlanta (varado dos días en un hotel por las nevadas),
regresaré por aquellos rumbos la próxima semana (y sigue frillito); también
hice un recorrido de una semana por Chiapas en donde tenemos cinco hoteles muy
buenos (recuerden que tienen derecho a su trifa de “Friends & Family” en
nuestros hoteles), así que tuve la oportunidad de estar en Tuxtla Gutiérrez, San
Cristóbal de las Casas y de pasadita en Tapachula, mis amigas Laura Elisa y
Martuchis se enterarán por este medio que estuve cerca de su terruño, pero les
prometo que lo hice de entrada por salida y sin tiempo para lo social. También
fui tres veces al DF (incluyendo Tlanepantla) y una vez a Puebla, y otra a Oaxaca
y el fin de semana pasado a Puerto Vallarta en donde me tocó compartir con el
gobernador de Jalisco el honor de inaugurar el Holiday Inn Express ¡Vieran qué
bonito!. Algunos amigos me llamaron para decirme que me vieron en TV, robándole
cámara al gober (yo soy más guapo e inteligente sin lugar a dudas)
desafortunadamente, la captura del Chapo distrajo la atención del respetable público y ya muchos no me
vieron, o no me reconocieron porque en tv me veo más cachetón.
A veces he iniciado mis viajes en domingo o regresado en sábado, así es de que tal vez estos viajecillos, aunque pocos influenciaron en el hecho de que no escribiera en el blog.
¡Pues sí muy machote tú! Cuando comenzaste a escribir tus dizque memorias estabas de vacaciones dedicado 24/7 y de C/A (cuerpo y alma) a Patricia. Y ahora que tienes que seguir ganándote el pan con el sudor de tu frente, ya no quieres escribir tan seguido ¡Eres igual que todos!
(Esa voz que dictó el último párrafo, no fue la mía, fue la voz de mi conciencia)
A veces he iniciado mis viajes en domingo o regresado en sábado, así es de que tal vez estos viajecillos, aunque pocos influenciaron en el hecho de que no escribiera en el blog.
¡Pues sí muy machote tú! Cuando comenzaste a escribir tus dizque memorias estabas de vacaciones dedicado 24/7 y de C/A (cuerpo y alma) a Patricia. Y ahora que tienes que seguir ganándote el pan con el sudor de tu frente, ya no quieres escribir tan seguido ¡Eres igual que todos!
(Esa voz que dictó el último párrafo, no fue la mía, fue la voz de mi conciencia)
7. Lo peor y lo mejor de estas siete
semanas.
Lo peor: nada.
Lo mejor 1: Obviamente cómo se ha desenvuelto nuestra leucemia.
Lo mejor 2: Uno de los mejores fines de semana de mi vida. En una de estas que el doctor le prescribió vida normal a Patricia, decidimos pasar un fin de semana nada normal: nos fuimos de vacaciones ¡a Guadalajara!, comenzamos el sábado comiendo hamburguesas en el “Pig Pearls” (ensalada de arúgula, vinito y cerveza artesanal), con misa dominical en la catedral, sábado en la noche cenamos churros con chocolate en “La bombilla”, y caminamos por Chapu (los dominios de Paco) hasta que nos dio el domingo; cerramos con un concierto en el Teatro Degollado (Tchaikovsky) y comida con los Jiménez en el “Chez Choux CHoux”. ¡Todo de lujo! Regresamos a Zapopan el domingo ya tarde con unos kilitos de más, medio cansados pero con sendas sonrisas de oreja a oreja (cuidado que senda no es camino o ruta, ni significa grande, sino cada uno con su cada una).
Lo peor: nada.
Lo mejor 1: Obviamente cómo se ha desenvuelto nuestra leucemia.
Lo mejor 2: Uno de los mejores fines de semana de mi vida. En una de estas que el doctor le prescribió vida normal a Patricia, decidimos pasar un fin de semana nada normal: nos fuimos de vacaciones ¡a Guadalajara!, comenzamos el sábado comiendo hamburguesas en el “Pig Pearls” (ensalada de arúgula, vinito y cerveza artesanal), con misa dominical en la catedral, sábado en la noche cenamos churros con chocolate en “La bombilla”, y caminamos por Chapu (los dominios de Paco) hasta que nos dio el domingo; cerramos con un concierto en el Teatro Degollado (Tchaikovsky) y comida con los Jiménez en el “Chez Choux CHoux”. ¡Todo de lujo! Regresamos a Zapopan el domingo ya tarde con unos kilitos de más, medio cansados pero con sendas sonrisas de oreja a oreja (cuidado que senda no es camino o ruta, ni significa grande, sino cada uno con su cada una).
Pues con este arranque de maestro Arrigo Cohen me despido con la promesa de escribirles la próxima vez.
¡Feliz
Marzo!